Si bien el WAV y el MIDI son formatos de audio no tienen nada que ver entre sí. No son convertibles y, sin embargo, se complementan a la hora de hacer música usando las computadoras como herramientas de producción y en esta nota aclaramos algunas ideas
Cuando hablamos de convertir formatos en informática nos referimos a adaptar un archivo diseñado para una aplicación, de manera que pueda leerse en otra correctamente. Para que esto pueda hacerse, deben darse unas similitudes fundamentales entre los formatos que usan esas dos aplicaciones; por ejemplo, podemos convertir un archivo de WordPerfect en uno de Word. Esto es así porque ambos son formatos de texto, y las únicas diferencias reales entre los dos se deben a la manera que tiene cada programa de leerlos y tratarlos. Lo mismo sucede con formatos de imágenes digitales, como BPM, JPG o GIF. Todos comparten algo: son imágenes digitales. Unos formatos son comprimidos, otros usan más o menos colores, pero en realidad todos están leyendo información digital de un gráfico.
Dando un ejemplo más palpable, convertir un documento de WordPerfect a Word sería como agarrar una camisa azul y teñirla de verde. Pero “convertir” MIDI a WAV (o al revés) sería como agarrar una camisa y transformarla en pantalones… en principio esto sería imposible.
El MIDI
es un protocolo de comunicación entre aparatos musicales. El MIDI en sí
mismo no produce sonido alguno; consiste en mensajes que se dirigen unos
dispositivos MIDI a otros, indicando qué nota debe sonar, a qué volumen, etc.
Por ejemplo, un secuenciador manda mensajes de notas a un sintetizador y este
obedece y suena. Aquí entra otro elemento de confusión. Mucha gente cree que un
midifile suena porque sí, que lleva los sonidos "dentro", dado que
ellos "no tienen un sintetizador en casa, sólo la computadora". Esto
tampoco es verdad. Todas las computadoras actuales llevan
sintetizadores-samplers incorporados, ya sea en su placa de sonido o virtuales
(como el que implanta Microsoft en sus últimos sistemas operativos). Cuando
reproduces un midifile, éste le indica al sintetizador de compu cómo debe
sonar.
El WAV
es un formato de audio digital. Si colocáramos un microscopio sobre un
WAV (figuradamente, claro), sólo veríamos cadenas de ceros y unos; el WAV es
una fotografía digital del sonido real. La computadora convierte los impulsos
eléctricos de una señal sonora en datos que se puedan leer. Así, cualquier
reproductor de WAVs hará sonar la misma imagen del sonido original. En este caso
no hay ningún protocolo o lenguaje que le diga a ningún dispositivo cómo debe
sonar; el WAV en sí mismo es el propio sonido capturado, no una cadena de
mensajes que se envían a un sintetizador o sampler, como el MIDI. Cabe aclarar
que todo lo que se dice sobre el WAV se aplica al MP3 (que es un
simplemente un WAV comprimido)
Lo fácil: grabando un midifile en formato audio
Ya se ha dicho que un WAV es una captura digital del sonido real, y que el MIDI hace sonar un sintetizador o sampler mediante un protocolo de mensajes. Ahora bien, para tener los sonidos que produce un midifile en formato WAV, la cosa es sencilla... sólo tenemos que grabar digitalmente esos sonidos.
Si
tenemos un sintetizador o sampler
externo que reproduce los midifiles, la cosa está bien clara: sólo hay
que encaminar las salidas de audio del aparato a la entrada de línea de nuestra
computadora, y utilizar un software o DAW para registrar esa señal. Muchos
programas pueden grabar audio; cualquier secuenciador MIDI-Audio lo hace, y
editores como Cakewalk
Sonar, FL
Studio, Propellerhead Reason,
Steinberg Nuendo o Cubase,
Cockos Incorporated Reaper,
y por su puesto Avid
Pro Tools cumplen con los requisitos para la tarea. Solo hay que
seleccionar en el programa la entrada de línea de la placa de sonido, y
grabarla.
Si sólo dispones del sintetizador-sampler de tu computadora (ya sea virtual, por software, o incorporado a la tarjeta de sonido), sigue siendo fácil la solución.
En el caso de la tarjeta
de sonido, el sistema que utilizaremos dependerá de si ésta puede
"autograbarse", es decir, si dispone de un circuito especial que
reenvíe toda la señal que genera de nuevo hacia el ordenador. Lo que debes
hacer es abrir el mixer de Windows (el control de volúmenes), ir a las opciones
y ponerlo en modo "grabación". Eso hará que veas los niveles de
grabación de las distintas fuentes posibles, y cuál está seleccionada para ser
grabada en ese momento. Pues bien; sólo debes escoger como fuente el
sintetizador, y usar (como en el caso anterior) un software o Daw para recoger
la señal. Si tu placa no puede "autograbarse", tendrás que hacer
manualmente el ruteo de la señal: une la salida de audio de la placa con su
entrada de línea usando un cable de audio apropiado, y elige como fuente de grabación
esa misma entrada de línea. Hay que tener cuidado aquí con los volúmenes de
salida y entrada; ya no estás en el dominio digital y se puede distorsionar la
señal si el volumen es muy alto.
Para
grabar la señal de un sintetizador o sampler virtual, el procedimiento
es análogo: si la placa dispone de un circuito que permita grabar internamente
la señal de audio que ella misma produce, solo has de elegir la fuente adecuada
para la grabación (suele ser la fuente "WAV" o
"Directsound" en muchos casos). Si careces de esta posibilidad,
tendrás que hacerte con el cable ya citado y realimentar a la tarjeta con su
propio sonido.
Lo difícil: descomponiendo un WAV en mensajes MIDI
Esto es otro cantar. Grabar la salida de un sinte o sampler (hardware, software o de tu tarjeta de sonido) es un procedimiento obvio y sencillo. Pero si queremos obtener un midifile a partir de un WAV, las cosas se complican hasta el extremo...
La razón para esto es
que un WAV reúne información muy compleja sobre frecuencias, volúmenes,
resolución, etc, y toda ella aparece mezclada, especialmente si el WAV es de
una canción normal, en la que puede haber percusión, bajo, voces,
acompañamientos... El WAV no entiende de notas ni de escalas, sólo de
frecuencias y de sonido puro. Ya sabemos que el MIDI consiste precisamente en
mensajes que indican a un dispositivo cómo interpretar música, así que
convertir un WAV en un midifile sería algo así como cocinar una tarta y luego
pretender separar los huevos, la leche y la harina.
Así que, estamos en un problema.
Pero hay alguna esperanza. Al igual que existen programas de reconocimiento de
caracteres (OCR) que intentan "leer" un gráfico de un texto y
convertirlo en datos reconocibles para un procesador de textos, existen
programas que identifican los tonos de un WAV y, a partir de ellos, generan un
archivo MIDI. Por desgracia, esta técnica tiene mucho más éxito con las
letras que con el sonido ya que, como habrás imaginado, un WAV es algo mucho
más complejo que una foto de la página de un libro, donde sólo hay caracteres
de color negro sobre un fondo blanco, nítidos y fáciles de identificar para un
programa de reconocimiento mínimamente inteligente. Identificar todos los tonos
de un WAV, sus volúmenes, y aún más allá, los tonos y volúmenes de todos los
instrumentos por separado, es una tarea imposible. Además, ¿cómo un programa de
computadora podría diferenciar entre el timbre de un violín y el de una
guitarra?
Sin embargo, algo se ha
avanzado en los últimos años. Actualmente uno puede conseguir un MIDI más o
menos aceptable a partir de un WAV monofónico no muy complicado. Por monófonico
entendemos aquel sonido que sólo contiene un tono a la vez, por ejemplo la voz
humana o una flauta (ninguna de las dos puede hacer sonar dos notas al mismo tiempo).
Al haber sólo una línea melódica sin acordes ni notas superpuestas se hace más
fácil identificar los tonos y crear mensajes MIDI a partir de ellos. Algunos
programas presumen de identificar incluso acordes y líneas más complejas, pero
su eficacia es bastante dudosa. Por ello te recomendamos que, en vez de
complicarte la vida con conversiones imposibles, busques directamente el
midifile de la canción que desees; seguro que alguien en alguna parte ha
secuenciado ese MIDI para que lo puedas bajar.
Mr. ArzNova