Félix
Mendelssohn Bartholdy, nació en Hamburgo el 3 de febrero de 1809 y murió en
Liepzig el 4 de noviembre de 1847. En esta última ciudad había nacido Beethoven
en 1770. Mendelssohn era hijo de un banquero y nieto de un filósofo.
Compositor, director de orquesta y de formación universitaria, es uno de los
románticos más significativos. Sus obras más conocidas son “Sueño de una noche
de verano”, “Romanzas sin palabras” y “Sinfonía italiana”.
Félix
Mendelssohn expresa en esta carta lo que significa para él la melodía de una
música. Leela despacio.
«La gente se queja a menudo de que la música es
demasiado ambigua, de que los pensamientos que suscita cuando se escucha no son
claros mientras que todo el mundo entiende las palabras. Para mí sucede
exactamente lo contrario, no sólo en cuanto a un discurso completo, sino a cada
una de las palabras; también estas parecen igualmente vagas, igualmente sujetas
a equívocos respecto a la música genuina, la cual llena el alma de millones de
cosas, mejor que las palabras. Los pensamientos que expresa la música que yo
amo no son demasiado indefinidos para ser expresados con palabras, antes al
contrario, demasiado definidos. De suerte que me doy cuenta de que, en todos
los esfuerzos para expresar tales pensamientos, algo resulta ajustado, pero
que, a la vez, algo falta en cada uno de aquellos. Si me preguntan qué pensaba
cuando escribía, yo les respondo: sólo la canción tal como está. Y si se diera
el caso de que se me hubiera ocurrido determinada letra para cualquiera de
estas canciones, jamás desearía comunicarla a nadie, porque las mismas palabras
no significan siempre lo mismo para individuos distintos. Sólo las melodías
pueden significar lo mismo, puede suscitar los mismos sentimientos tanto en una
persona como en otra, unos sentimientos que, sea como fuere, no son expresados
por las palabras mismas».
Fragmento de
una carta de F. Mendelssohn dirigida a M. A. Souchay, octubre de 1842.