¿Qué es el audio digital?
Podríamos definir audio digital
como la representación de una señal de audio mediante números, en general
codificados en forma binaria (es decir con ceros y unos, el lenguaje interno de
las computadoras). Entendemos como señal de audio cualquier objeto sonoro
audible, el viento, el agua, nuestra voz, nuestra música preferida y
evidentemente esos molestos "ruidos" nocturnos de los vecinos que no
nos dejan dormir. Cualquier sonido puede representarse en números, al igual que
cualquier imagen o gráfico.
En términos menos genéricos,
también podemos llamar audio digital a la tecnología que permite grabar,
editar, mezclar y masterizar una señal de audio completamente en el dominio
digital. Para ello existe un amplio surtido de aparatos y equipos que procesan
la señal de audio en el dominio digital, dominio que ofrece muchas más ventajas
ya que es totalmente "tratable" por una computadora, es decir,
permite un grado de manipulación sin precedentes.
1-Introducción
Para la gran industria de la
música, el audio digital nació de una necesidad muy concreta; ahorrar tiempo de
producción. Antes del audio digital, el método de grabación era lo que hoy en
día se conoce como grabación analógica, los impulsos del sonio se registraban
en una bobina o cinta. La edición de esa bobina era un proceso muy largo y
tedioso, en el que la precisión y paciencia eran algo obligado. Por otro lado,
obtener un buen equipo analógico era algo realmente caro. Hablando de
creatividad de mezclas y producción de audio, los procesos que podían aplicarse
eran muy limitados comparados con los de hoy en día. Por poner un ejemplo, si
se requería una reverberación concreta el músico debía registrar su
interpretación en la sala que producía esa reverberación.
La introducción del audio digital
ha revolucionado, sin duda alguna, toda la industria de la música, las empresas
que construyen instrumentos, los creadores o músicos, los procedimientos de
edición y mezcla, y desde luego el soporte; es decir lo que nosotros oímos en casa:
un CD de audio o los tan famosos MP3. La tecnología del audio digital ha dado
lugar a toda una nueva legión de instrumentos musicales que prometen un grado
de libertad de creación de sonidos sin precedentes (solo superada por la
síntesis virtual). Estos nuevos instrumentos han propiciado la existencia d
nuevos estilos musicales que dependen en gran parte de esa tecnología. Un
ejemplo muy corriente puede ser lo que se conoce popularmente como música
"dance" que no sólo se produce con instrumentos digitales sino que
parte de la composición es un rompecabezas de otras grabaciones digitales
realizadas por terceros y mezcladas hasta formar una nueva composición.
El músico tradicional ha tenido
que adaptarse a esos cambios. Cuando nacieron los primeros instrumentos
digitales los músicos eran reacios a utilizarlos (el sintetizador el
instrumento musical con más rechazo de toda la historia). Muchos pensaban que
eran máquinas malditas que pretendían sustituir o imitar instrumentos
tradicionales. No les faltaba parte de razón. El audio digital son fotografías
digitales de sonido, por lo que no hacía falta tratar de imitar un piano, ya
que tenemos la foto del sonido de un piano. La primera consecuencia fue la
drástica reducción de costes de grabación. Para grabar un piano hacen falta
micrófonos. Los micrófonos deben situarse correctamente según el ambiente y
color que pretendemos dar a ese piano. Eso representa horas de pruebas y
corrección de pequeñas imperfecciones producidas por el solapamiento de las
señales de los micros. Si utilizamos un instrumento digital con un buen sonido
de piano, sólo requerimos dos cables, izquierdo y derecho y siempre sonará
igual de bien sea cual sea el entorno acústico. Aunque los primeros
instrumentos digitales eran muy caros, hoy en cualquier ordenador incluye un
instrumento digital, la tarjeta de sonido, que es muy limitada en comparación
con los grandes sintetizadores de la industria, pero extremadamente más
avanzada que los primeros instrumentos digitales.
En el entorno del estudio de
grabación, el audio digital también ha supuesto un importante avance. Ya no
hace falta guardar celosamente las bobinas master (para que el paso del tiempo
no las merme) el audio digital es indestructible, sólo puede destruirse
deteriorando el medio en el que se almacena; un CD, un disco duro, etc....
También han desaparecido los tediosos procesos de cortar y pegar (hechos
literalmente con tijeras y cola). Ahora existe la edición no lineal que como
veremos más adelante puede ser destructiva o no. La ambientación de la mezcla
ha pasado a ser una realidad palpable. Donde antes existían habitaciones
enormes con paredes móviles para recrear reverberaciones, ahora existen
pequeños equipos de no más de 5kg que incluyen ambientes de salas y halls
famosos; podríamos cantar con el ambiente de en la opera de Sydney, aunque eso
sólo existirá en nuestro cerebro, ya que en realidad estaríamos solos delante
de un ordenador. Existen otros detalles menores, como el hecho de que por
primera vez el músico puede grabar parte de su música en casa y luego seguir en
un estudio, transfiriendo digitalmente las pistas. Esto ofrece una libertad de
mezclas y producción de audio increíbles: un usuario sin recursos puede acudir
a un estudio y seguir editando sin perder la calidad original.
Mr. ArzNova