El
oído tiene tres partes: oído externo, oído interno y oído medio.
El oído externo consta de un
pabellón auditivo, llamado oreja, y el conducto auditivo externo. Es el
encargado de recoger las ondas sonoras.
En el oído medio está el tímpano
que es una membrana muy delicada y tensa, que separa el oído medio del externo,
las ondas sonoras chocan con el tímpano que vibra y mueve una cadena de huesecillos martillo,
yunque y estribo.
En el oído interno hay unos
canales curvos por donde se transmiten las vibraciones a la llamada trompa de
Eustaquio y , luego, al nervio acústico que se encarga de transmitirlo al
cerebro, que finalmente selecciona el tipo de sonido recibido.
Hay 30.000 fibras nerviosas que
transmiten al cerebro, mediante impulsos eléctricos, tonos o alturas y grados
de intensidad.
Sanidad e higiene del oído
Es importante mantener limpio el
oído en su exterior y, cuando no oigas bien, visita al otorrino por si es
necesaria una limpieza interior. Hay que tener mucho cuidado cuando nos
limpiamos con hisopos de algodón, ya que es posible lastimarse el tímpano.
No abuses de los auriculares que
te aíslan del exterior y cuyo uso continuado, a un volumen muy elevado, puede
provocar sordera.
Si vas a la discoteca, o algún
recital no te acerques mucho a los altavoces y trata de no estar mucho tiempo
expuesto a sonidos fuertes ya que puede disminuir progresivamente tu capacidad
auditiva.
Estudios sanitarios recientes
advierten que la exposición a la llamada contaminación acústica no solo es
causa de pérdida del sentido de la audición, sino que además causa perdida del
poder de concentración.
Mr. ArzNova