El pasado viernes 21 de agosto falleció Daniel Rabinovich y en este espacio donde publico notas y cuestiones musicales no podía dejar de hacer mi humilde pero sentido homenaje
Mr. ArzNova
opiniones, notas, soft, métodos de instrumentos y sugerencias para seguir compartiendo el maravilloso mundo de la música
Mr. ArzNova
En la música, y de la misma manera que en la medicina, existen especialistas, cuya labor se limita a un sector determinado del arte sonoro. El músico folclorista aplica su actividad a la investigación, análisis y organización del canto popular. De otra parte, el musicólogo, y el musicógrafo tienden una red hacia la antigüedad y, desde así hacia nuestros días, van recogiendo datos, fechas, formas, teorías e infinitos elementos a cual más heterogéneos, que encauzan después de una corriente única, formando la historia del arte. Pero el compositor se mueve mucho más libremente; no es mi musicólogo ni folclorista; obedece a un impulso sobrenatural, que es la inspiración, y este elemento extra humano se alza sobre el pedestal de la técnica. Si en el proceso sentimental o imaginativo de su labor se haya la posibilidad de incluir un canto popular, el compositor busca para su obra aquello que más convenga al estado de su alma. He aquí porque siendo folclorista el músico creador, la incorporación del canto popular en la música organizada presente un estado caótico y se halla en pleno desbarajuste.
Y vaya un ejemplo: Albéniz escribió una pieza para piano, perteneciente a la serie de Iberia y que, seguramente, todos conocemos: el corpus de Sevilla. Mañana luminosa, cases entoldado, flores, clarines, seises, luces, cantos religiosos, todo ello está maravillosamente escrito por Albéniz, pero el tema principal de la pieza es la tarara, y ya sabemos que la tarara se canta y se baila en la Nochebuena y delante del nacimiento.
PARÍS (AFP). Un equipo de neurobiólogos descubrió que el llamado “oído absoluto” -que permite y permitió a unos poquísimos músicos geniales conocer una nota o las que componer un acorde- corresponde a una particularidad del cortex, generalmente hereditaria.
Desde hace tiempo, la comunidad científica suponía que
los músicos superdotados, capaces de identificar una frecuencia de hasta 16
notas por segundo -separadas o no- poseían una particularidad sumamente rara Y
si bien la investigación no logró explicárosla singularidad, la localizó.
Mientras que en el hombre común y
corriente, es el hemisferio cerebral derecho el que intenta reconocer una nota
de música, en el músico con el oído perfecto, la zona equivalente se ha
hiperatrofiado en el cerebro izquierdo. Precisamente, los estudios se
realizaron sobre esta zona cerebral para evaluar esta lateralización, por
medio de resonancia magnética.
Sin embargo, no todo es cuestión de contexturas, ya que el estudio demuestra que si el oído no es estimulado y cultivado desde la niñez, tiene tendencia a desaparecer con la edad.
Los científicos consideran que el "oído perfecto" es un don rarísimo. Grandes músicos, como Vladimir Horowitz, trabajaron toda la vida para lograr identificar las notas, sin lograrlo. Mientras que otros, entre ellos Wolfang Amadeus Mozart, gozaron de este regalo desde que nacieron.
Uno de los especialistas que más se
interesó en este raro talento fue el psiquiatra norteamericano Joseph Profita,
que descubrió a los! cinco años su oído absoluto, y se enamoró de la música.
Según sus estudios, uno de cada 1.500 músicos goza del "oído absoluto".
Para los que lo heredaron es una fuente de placer
increíble, pero también de sufrimiento, ya que cualquier nota en falso suma al
poseedor del oído perfecto, en el peor de los tormentos.