sábado, 15 de agosto de 2015

Localizan el "oído absoluto"

LA GENIAL FACULTAD DE UNO DE'CADA 1.500 MÚSICOS


PARÍS (AFP). Un equipo de neurobiólogos descubrió que el llamado “oído absoluto” -que permite y permitió a unos poquísimos músicos geniales conocer una nota o las que componer un acorde- corresponde a una particularidad del cortex, generalmente hereditaria.



    Esta investigación divulgada por la  revista "Nature", fue realizada en Alemania por científi­cos del departamento de neurología del Beth Is­rael Hospital de Boston (EE.UU.), y contó con la colaboración de unos 60 músicos, de los cuales 11 fueron reconocidos como casos de "oído absoluto".



    Desde hace tiempo, la comunidad científica suponía que los músicos superdotados, capaces de identificar una frecuencia de hasta 16 notas por segundo -separadas o no- poseían una particulari­dad sumamente rara Y si bien la investigación no logró explicárosla singularidad, la localizó.


    Mientras que en el hombre común y corriente, es el hemisferio cerebral derecho el que intenta re­conocer una nota de música, en el músico con el oído perfecto, la zona equivalente se ha hiperatrofiado en el cerebro izquierdo. Precisamente, los estudios se realizaron sobre esta zona cerebral pa­ra evaluar esta lateralización, por medio de reso­nancia magnética.

    Sin embargo, no todo es cuestión de contextu­ras, ya que el estudio demuestra que si el oído no es estimulado y cultivado desde la niñez, tiene tendencia a desaparecer con la edad.


    Los científicos consideran que el "oído perfec­to" es un don rarísimo. Grandes músicos, como Vladimir Horowitz, trabajaron toda la vida para lograr identificar las notas, sin lograrlo. Mientras que otros, entre ellos Wolfang Amadeus Mozart, gozaron de este regalo desde que nacieron.


    Uno de los especialistas que más se interesó en este raro talento fue el psiquiatra norteamericano Joseph Profita, que descubrió a los! cinco años su oído absoluto, y se enamoró de la música. Según sus estudios, uno de cada 1.500 músicos goza del "oído absoluto".


    Para los que lo heredaron es una fuente de pla­cer increíble, pero también de sufrimiento, ya que cualquier nota en falso suma al poseedor del oído perfecto, en el peor de los tormentos.